Las heridas de la infancia son experiencias vividas que originaron un dolor emocional e impacto emocional en el infante.Estas heridas se establecieron en el subconsciente y desde ahí en adelante la persona elige su vida y sus acciones, haciendo muchas veces su experiencia muy limitante y difícil.
Los seres humanos la mayoría de las veces aprendemos de la vida a través del dolor y vivimos nuestras heridas en un mayor o menorgrado de dolor, cuando esto sucede, se utiliza una máscara como vía de autodefensa con el fin de mitigar el dolor.
¿Para qué uso la máscara?
La máscara sirve como un método de defensa ante ciertas situaciones emocionalmente incómodas.
Por ejemplo, cuando un niño es pequeño y llora para satisfacer una necesidad de dolor, y sus padres le dice que un “hombre” no debe llorar. Es ahí cuando el niño decide dejar de ser quien es para encajar en un estándar y es a partir de este momento donde adopta una máscara.
Las 5 heridas de la infancia:
Vivir desde mi herida
Cuando vives desde tu herida, hace que interpretes el mundo desde un lugar muy doloroso que se repetirá en el tiempo si no decidimos sanarlas.De no sanarse, este tipo de patrones se seguirá repitiendo en toda el linaje familiar.
Por ejemplo, alguien puede hablarte de una forma que hace que te sientas rechazado cuando, en realidad, solo está expresando sus necesidades o sus límites. A medida que aprendas a ser capaz de observar solamente que sientes una herida, descubrirás que esas heridas te harán cada vez menos daño y que durarán cada vez menos tiempo.
¿Cómo podemos sanar las heridas de la infancia?
Acepta tus heridas emocionales: eso te ayudará a asumir el aprendizaje necesario y liberar el dolor.
Permítete liberar dolor emocional: llorar y sentir el dolor es parte de la validación de tus emociones, aquellas que fueron ignoradas. Aprender a validarte es el camino consciente hacia tratarte con mayor compasión y asumir con responsabilidad tu historia de dolor.
Perdónate: aunque las heridas hayan sido originadas en tu infancia, las decisiones y elecciones que tuviste desde esas heridas quizá te generaron más dolor aún. PERDÓNATE primero tu, antes de perdonar a otros.
Grupo de ayuda o soporte virtual o presencial: busca un grupo que hable y comparta experiencias similares a las tuyas, así te sentirás mejor comprendid@ y acompañad@ en el proceso.
SANA TU NIÑ@ INTERIOR.
Utiliza todas las herramientas posibles a tu alcance: sanar tu herida es una decisión, busca libros, talleres, TERAPIA, conecta con tu espiritualidad, DECIDE vivir en equilibrio